El
Manejo integral y agroecológico de
insectos y enfermedades consiste en la siembra de cultivos en su época
óptima, cuando las condiciones meteorológicas son las más adecuadas para su
desarrollo. Este es uno de los elementos que favorecen el crecimiento y
desarrollo de las plantas, que así presentan mayor vigor y un ciclo biológico
más corto. La planta puede desarrollar sus mecanismos de defensa naturales y
lograr más resistencia. El escape a la infección por virus en las solanáceas
(tomate, pimientos), se puede alcanzar con la obtención de plántulas libres de la enfermedad. Como es conocido,
mientras más temprano es inoculada una partícula patógena por un vector, mayor es el daño a la
producción.
Además,
si se producen las plántulas en semilleros protegidos, donde no puedan ser
alcanzadas por los vectores, éstas llegan sanas a la plantación y se reducen
las pérdidas por este concepto. De igual forma, los insectos son considerados
plagas cuando causan daños considerables en los cultivos agrícolas. Estos
insectos tienen enemigos naturales, que junto con los factores ambientales y
climáticos adversos, reducen sus poblaciones y evitan proliferaciones
descontroladas en la mayoría de los casos. En este sentido, se puede afirmar
que la acción conjunta de los factores mencionados en líneas anteriores sin la
intervención del ser humano se identifica como control natural. Asimismo, los enemigos
naturales que participan en dicho control y mantienen un equilibrio son
llamados organismos benéficos. Cabe
destacar, que entre los medios y medidas en el manejo integrado y agroecológico de insectos y
enfermedades, se hace énfasis en los no contaminantes del ambiente, es decir, Medidas
preventivas para el control tales como:
Ø Colocar
puntos de desinfección de pies y manos en la entrada de las áreas de
producción, en especial, en organopónicos.
Ø Las áreas de cultivo y sus alrededores deben
estar libres de plantas indeseables (malezas), ya que constituyen focos de
proliferación de insectos dañinos y enfermedades.
Ø Mantener
un chequeo sistemático de la infestación por nematodos y aplicar las medidas
recomendadas.
Ø Limitar
la entrada del personal ajeno, no autorizado, a las áreas de producción.
Ø Garantizar
que las semillas sean de alta calidad, validadas por una certificación.
Ø Utilizar
plántulas completamente sanas, producidas en la unidad o en áreas especializadas.
Ø Planificar
la siembra según el calendario óptimo, teniendo en cuenta el programa de
rotación de cultivos y evitar la colindancia con especies y variedades afines.
Ø Mantener
un adecuado sistema de drenaje, para evitar los encharcamientos y el exceso de
humedad.
Ø Eliminar
con rapidez, los residuos de cosecha, una vez concluida ésta.
Ø Se
prohíbe fumar y manipular las plantas sin previo lavado de manos,
fundamentalmente de tomate, pimientos, ají y otras susceptibles al ataque del
virus del mosaico del tabaco (TMV).
Ø Colocar
trampas amarillas, blancas y de luz para capturar insectos dañinos.
Ø Sembrar
barreras de plantas repelentes, para disminuir la incidencia de plagas a los
cultivos.
Ø Aplicar
las medidas recomendadas para el control de babosas, caracoles y grillos.
Ø Aplicar, de forma preventiva y sistemática
otros medios de control biológico recomendados y proteger los organismos
biológicos naturales.
Ø Selección
de las plantas atacadas por virus.
Ø Rotación
de cultivos y medidas de cuarentena, en especial, para virus, bacterias y
nematodos.
Es preciso considerar un método de protección de plantas
que se basa en el empleo de parásitos, y microorganismos para el control de
plagas y enfermedades, basado en la lucha
biológica. Entre las bacterias
más importante está el Bacillus thurigiensis, hay que tener en cuenta que el
efecto solo se logra si el insecto ingiere la bacteria y su toxina, por lo que
se debe aplicar sobre el follaje y en el estado larval de la plaga. También, existen
hongos entomopatógenos y antagonistas e insectos entomófagos en la lucha contra
plagas y enfermedades agrícolas. Los medios biológicos se deben aplicar en el
momento que los niveles de plagas estén en su inicio y hacer su aplicación en horas
del atardecer, para evitar la acción de los rayos solares sobre los
bioplaguicidas y no se deben mezclar con otros productos. La crianza de los
parasitoides, entomopatógenos y entomófagos debe realizarse en un laboratorio
con aire acondicionado para controlar la temperatura y la humedad relativa.
Asimismo, deben mantenerse aislados de otros organismos que puedan afectar su reproducción
y multiplicación.
Es de reseñar, que el siglo XX nos deja
un saldo ecológico en rojo en lo que se refiere a la pérdida de biodiversidad
deseable, al incremento y dispersión de plagas y al deterioro de los
ecosistemas; factores críticos en el manejo integrado de plagas y la producción
sostenible. Por lo tanto, es vital desarrollar sistemas de producción
racionales donde se elimine su fragilidad a plagas y se fomente el estudio in
situ de las poblaciones, así como la colección, conservación y uso del recurso
genético, así como también la implementación de cultivos asociados. En esta
tarea se necesita hacer conciencia sobre el problema ambiental, alternativas y
conocimientos disponibles para su solución, tarea factible con una herramienta
tan poderosa como la Internet. Sin embargo, el nicho de discusión creativa
sobre biodiversidad y el manejo integrado del cultivo debe estar centrado en
las universidades, núcleos de planificación regional, centros de investigación,
programas de transferencia de tecnologías, en las asociaciones de agricultores
y por tanto la temática es de suma importancia para profesionales de
las ciencias del agro y el mar. , transferencia de tecnologías y en las
asociaciones de agricultores y profesionales de las ciencias del agro y el mar.
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